Estaba yo organizando mi visita a la tribu Valenciana cuando llegó mi hija del colegio preocupada...y me dice:
- Papá, que tengo que hacer un trabajo sobre el Quijote...Y voy a tener que leerme todo ese libro...??(preguntaba un poco asustada por el tamaño del animal... no le asustaba el trabajo, sino todo el tiempo que tardaría en leer algo que no había sido idea suya... y por descontado tenía toda la pinta de ser un verdadero "tostón",para ella era una pérdida de tiempo..)
-..Me ayudas?...
-..Si claro..!(una de esas preguntas que respondes sin saber muy bien como vas a hacerlo...como se puede ayudar a leer el Quijote!? Yo lo había leído pero "contarle la historia"no era la solución y hacerle el trabajo tampoco, así que me fui con ella a una biblioteca...Y buscamos una versión en cómic para niños...)
Ya habíamos resuelto más de la mitad de lo que parecía un problema insalvable y Cervantes no se iba a enfadar!!"
Sirva esta anécdota como introducción a mi propio trabajo...pués casi inmediatamente surgió mi necesidad de incluir en este viaje una visita a la tierra de "el QUIJOTE".. .concretamente a Tarazona, yo también busqué la ayuda de otro, mi buen amigo Jose, que se brindó como guía y acompañante, (junto con Santy, tres hermanos de cuchillo que no necesitaban saber quien era el bueno, elfeo o el malo) y así comienza esta aventura que aquí plasmo: El viaje a tierras de aquel ingenioso hidalgo que vivía entre la falta de cordura y la ilusión que algunos experimentamos en nuestra particular lucha con Molinos que convertimos en gigantes...hasta que nos topamos con nuestro propio "Cervantes", el artista que como bien dice mi buen amigo y compañero de viaje no solo sabe de escritura y redacción, sino que es capaz de transmitir con su trabajo el difícil arte de interpretar, sentir y aún más...compartir esa sensibilidad con un gesto, aunque unas veces sea un golpe o el movimiento de su acero y otras unas simples palabras que hacen revivir tu genio..."Sabes que vas a morir..!"
Bendito problema el del QUIJOTE para aquellos que respetamos a Sancho pero preferimos soñar con Dulcinea y cabalgar sobre un rocín lanza en ristre...porque aquellos que encontramos gigantes donde otros ven molinos como dice la canción..."no estamos locos y sabemos lo que queremos".
El ingenioso Hidalgo va más allá de las letras y páginas de un libro, y con la licencia, el atrevimiento y la osadía de esa locura que sentimos y vivimos aquellos que derrotamos gigantes aunque nos frenen molinos, me permito versionar palabras de un clásico universal como presentación de una experiencia personal que me ha permitido sentir que esos molinos existen y los gigantes lejos de abrumar con su tamaño lo hacen con su Destreza y están más cerca de lo que creemos, aunque el resultado de cargar contra ellos lanza en ristre, la mas de las veces, no es otro que el de dar con nuestros huesos en el suelo, allí encontramos fuerzas para volver a cargar y en cada carga atrapar parte de esa destreza y convertirla en nuestra...:
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero olvidarme, no ha mucho
tiempo que vive un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco
y galgo corredor.... Una sobrera de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador... Quieren decir que tenía el sobrenombre de... Lázaro... (Como aquel que murió y renació con aquellas palabras de... Levántate y anda).....; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que no eran los más del año) se daba a leer libros de caballerías, esgrima antigua y Artes de guerra casi olvidadas por los modernos luchadores...
Y he aquí que olvidó casi de todo punto el ejercicio de pensar que lo nuevo estaba por inventar y que lo antiguo ya olvidado era el origen de toda novedad..."
Y en ese punto la buena fortuna llevó a este viajero por aquellos parajes en compañía de otros que ya eran conocedores del viaje y del destino del mismo...
La recepción simple, amable, sin adornos superfluos invitando a entrar por el umbral que que recibe a guerreros, un espacio cerrado que nos traslada a aquel tiempo donde lo único que se buscaba era la "suerte del acero" , la destreza de quien entendía el filo y era capaz de transmitir su magia a aquellos que simplemente buscaban la verdaderadeatreza, aquello que no puede encerrarse en imágenes ni en movimientos mostrados al más común de los que practican solo con ánimo de novedad o de duelos de exhibicion de méritos.
En ese espacio encerramos nuestro miedo y lo transformamos en dolor en sufrimiento, y lo marcamos sobre nuestro cuerpo, pero sobre todo allí vimos la puerta del valor de ser capaces de buscar la oportunidad de sobrevivir cuando tenemos la certeza de que nos enfrentamos a nuestro fin y la magia de cruzar su umbral hizo que nuestros gigantes se volvieran molinos y nuestro Quijote... Lázaro... Y como con el sucedió nos levantamos de nuestras cenizas y anduvimos, pero no un camino de despedida, sino un camino de vuelta.... Un camino que retornará a la Mancha donde el señor Talaya aún no lo sabe pero el Quijote le ha cedido su espada para que libre la batalla de recuperar la grandeza del acero español... Esa que parece pérdida pero que algunos hemos encontrado en aquellas tierras que el gran Cervantes hizo universales y que otro Hidalgo está llevando de nuevo donde la verdaderadestreza entro en el olvido porque el guerrero español no ha muerto ni se ha rendido....
"Un soldado español no se.rinde solo se retira para reagruparse y contraatacar después, y si se cae y no se levanta es porque ha muerto en el camino y otro recogerá su espada porque ese acero sigue vivo y en el va el alma de el guerrero"
Solo queda como en cualquier historia el final y los agradecimientos, pero aquí no hay final, no todavía, pero sí el agradecimiento de un grupo de guerreros a quien mantiene vivo todo el espíritu del acero desde la cuna del ingenioso hidalgo y Caballero don Quijote de la Mancha...Una TRIBU
Gracias Don Lázaro Talaya (puede que un día reviva otro Cervantes que quiera contar historias sin molinos ni gigantes pero si con caballeros españoles y de su destreza con el acero) de la Mancha.