martes, 25 de noviembre de 2008

EXPONIENDO LA NECESIDAD DE PERCIBIR Y CONOCER LO QUE NOS RODEA :

“Un centenar de victorias conseguidas en un centenar de batallas no constituye gran habilidad. Someter al ejército enemigo sin necesidad de pelear, esa es la mayor habilidad.” (Sun Tzu)
Sun Tzu recomienda que cualquier respuesta que podamos dar a un conflicto parta del conocimiento, del nuestro y también del ajeno.

“Conocer al otro y conocerse a sí mismo, es luchar cien batallas sin correr peligro. No conocer al otro y conocerse a sí mismo, es victoria por derrota. No conocer al otro y no conocerse a sí mismo, es la derrota segura en toda batalla.”

El autoconocimiento incluye tomar conciencia de todas nuestras fuerzas, no solo en el apartado físico sino en el incluso más importante de nuestra mente. La gente adquiere ese conocimiento de muchas formas… meditación, etc. Pero sobre todo debemos tener presente que esta apertura de nuestra mente está presente en todas nuestras actividades, y nos vemos inmersos en ella cuando experimentamos esos momentos de belleza o felicidad que constituyen por ejemplo la fuente creativa y sin forma de todas las artes plásticas y representativas. Los atletas llaman a ese estado “la zona”, los amantes ni siquiera le ponen nombre. Es el punto en el que se sienten más cómodos mas en contacto consigo mismos y con todo lo que les rodea y en el que sus actos se vuelven más efectivos.

Es necesario conocernos y conocer nuestras mentes, pero vivimos en un mundo y en una realidad en el que la agresión no se puede o es difícil de evitar, por ello necesitamos también conocer al otro para poder comportarnos con él o ella de forma adecuada. Es necesario trabajar directamente con el conflicto de nuestro entorno; no ignorarlo, rechazarlo ni intentar evitarlo, existe y es real, por muy profunda quesea nuestra sabiduría personal no logrará sobrevivir en este mundo a menos que se una a algún tipo de fuerza, reconocer esto es un paso importante en el momento presente y nos permite tomar conciencia que las consecuencias de las acciones humanas pueden ser terriblemente devastadoras. En cada momento, en cada decisión, se produce una consecuencia, tanto fruto de nuestra acción como de la ausencia de ella, por eso el prescindir de algo evitándolo o ignorándolo no significa que no vayan a existir consecuencias, el prescindir es una decisión que implica incluso un conocimiento aun mayor de todo el conflicto y las implicaciones que lo rodean. Valorar el entorno físico y de cualquier tipo es una condición necesaria para obtener un resultado favorable a nuestras intenciones o cuando menos que no sea desfavorable o nos sorprenda. Sun Tzu jamás ve que las cosas se encuentren a favor o en contra de él, y es este juicio desapasionado y aparentemente ajeno al conflicto es el que le permite hacer uso de sus recursos y enfrentarse al conflicto con una mayor probabilidad de éxito.

“Saber que mis tropas pueden batir y no saber que, sin embargo, el enemigo no puede ser batido. Eso constituye la mitad de la victoria. Saber que el enemigo puede ser batido y no saber que, sin embargo mis soldados no pueden batir. Eso constituye la mitad de la victoria. Saber que el enemigo puede ser batido y saber que mis soldados pueden batir, pero ignorar que la forma de la tierra no puede utilizarse para guerrear. Eso constituye la mitad de la victoria.” (Sun Tzu)