miércoles, 11 de febrero de 2009

NO HAY ENEMIGO PEQUEÑO

No existe el enemigo grande ni el pequeño... donde uno menos se lo espera surge la fuerza de la naturaleza, imparable... irreconocible... increible... pero cierta!


Se tiende a infravalorar todo, comenzamos por infravalorarnos nosotros mismos, escudándonos en el esfuerzo y la curiosidad de otros, autolimitándonos y menospreciando la capacidad creativa de nuestra imaginación, la comodidad y la indiferencia son el peor de los males para un artista, si somos capaces de menospreciarnos a nosotros mismos de esa manera es poco probable que no hagamos lo mismo con cualquier rival que se nos presente, infravalorándolo o teniendo demasiadas esperanzas en recursos propios que ni han sido desarrollados por nosotros ni tampoco criticados, la sorpresa es inavitale...