miércoles, 28 de octubre de 2009

GUERREROS ANCESTRALES: Los Celtas

Celtas (latín, Celtae; griego, Κέλται), término para caracterizar a un pueblo, conjunto de pueblos, rama de las lenguas indoeuropeas (Lenguas celtas) y cultura material (cultura arqueológica de La Tène). Este término es de origen griego (keltoi), quienes lo tomaron prestado de los indígenas ligures, supuestamente celtas, asentados alrededor de Massalia. Los celtas, al parecer, no tenían conciencia de sí mismos, como nosotros podemos tenerlo de ellos como grupo, por tanto eso hace dificultosa la tarea de delimitar el término. Se han llamado a sí mismos galos o celtas, según recoge Julio César.
Antes de la formación de culturas, identidades y estados nacionales, en Europa sólo existían los pueblos y las civilizaciones. Lo primero que hubo en Europa es un mundo celta. Los celtas son un pueblo de origen continental. Son los antepasados de la mayoría de los europeos. Al principio estuvieron situados a la altura de la hoy Austria, en el seno de la Cultura de Hallstatt y posteriormente se expandieron por el continente.
El historiador latino Avieno recoge en su Ora Marítima un texto en torno al 520 a. C., también hablan sobre ello Heródoto y Hecateo de Mileto por el 500. En torno a esa fecha se sitúa a la Céltica en la zona alpina y el norte. El término keltoi es un nombre que los griegos conocieron oralmente de los indígenas, una transcripción fonética. Este término junto a keltiké nos da una ambigua referencia geográfica. Hay que tomarlo simplemente como un nombre dado a los habitantes al norte de los Alpes. Vemos la información geográfica aportada por Heródoto aquí:

«Empieza el Istro en la ciudad de Pireno desde los Celtas, los que están más allá de las columnas de Hércules, confinantes con los Cinesios, último pueblo de la Europa, situado hacia el Ocaso, y después de atravesar toda aquella parte del mundo, desagua en el ponto Euxino, junto a los Istrienos, colonos de los Milesios.»

Heródoto, Historias, II. XXXIII.


Más tarde, con César, Posidonio y demás, se convierte esta información geográfica en una de ámbito etnográfico. Sin embargo es una información limitada que no se puede extender ni geográficamente ni cronológicamente. Una de las fuentes historiográficas puede ser la lingüística, por la cual se ha averiguado que las lenguas célticas pertenecen al indoeuropeo. Gracias a este concepto lingüístico podemos trazar ciertos límites.

En cuanto a la celtomanía, los druidas siempre fueron un tema de interés y fascinación pero de los druidas históricos apenas se conoce nada. Muchos monumentos megalíticos de la prehistoria se han intentado relacionar con estos personajes y los celtas, de forma errónea pues son bastante anteriores. No obstante, con todo esto se difundieron ideas de que estos vestigios megalíticos pertenecían a la cultura celta. Un punto importante, y de cambio, supondrá el hallazgo de La Tène. La cultura celta irá unida a una cultura material específica de este yacimiento.

Cultura de La Tène
En esta etapa el término se configura y va consolidándose poco a poco. Los autores van aceptando las periodizaciones de La Tène en sus territorios de estudio. El camino para consolidarlo es el filológico. En última instancia nos ha conseguido delimitar un territorio. En cuanto a la península, los primeros intentos de identificación celta corrieron a cargo de Rubio de la Serna. En zonas peninsulares, como la gallega, se han intentado identificar con lo celta, para reforzar su identidad nacional. Hay que esperar a Almagro Basch y Bosch Gimpera para que lo celta se asiente en nuestro país.

De entender que hay algo celta en territorios peninsulares tendría que ver con la II E. del Hierro y con no pocas reservas. Se ha terminado por valorar correctamente La Tène. Colin Renfrew, en Arqueología y Lenguaje, ha resumido 8 puntos que podrían configurar lo céltico. Estos puntos han dado paso a un nuevo momento sobre la concepción de lo celta.
A partir de 1980 se rompe el consenso y aparecen las críticas. Sigue habiendo una tradición continuista que piensa en una sociedad celta, arte celta y espíritu celta. Otro grupo, es el de rechazo, abanderado por prehistoriadores británicos niegan los celtas y el prototipo creado en torno a ellos. Renfrew y Zapatero piensan que algunos planteamientos tradicionales nos permiten llevar a cabo una posición conciliadora e intermedia. Hay que acercarse a un concepto plural.
Hoy en día ninguna de las tres posiciones está por encima de la otra. Ninguna está en poder de la verdad absoluta sino que los prehistoriadores y arqueólogos se dedican a aumentar nuestro conocimiento sobre lo posible celta.
Los ocho puntos de Renfrew :
Como se ha mencionado anteriormente, Renfrew elabora una lista que podría configurar el concepto de celta. Estos ocho puntos son formulados en el libro Arqueología y Lenguaje de Renfrew y han tenido mucha influencia en el mundo académico.
I. Pueblos denominados así por foráneos
Hecateo de Mileto los sitúa cerca de Massalia, Heródoto desde el nacimiento del Rin hasta las Columnas de Hércules y Avieno en la fachada atlántica. De ello sacamos que la keltiké estaría al norte de Alpes y Occidente del continente y que keltoi es un nombre que reciben los griegos de forma oral.
II. Pueblos autodenominados así
Hay que entender primero que es un ethnos, una autoconciencia de lo que es un grupo y que se da un nombre (etnónimo). Según César, se emplea galli y keltoi indistintamente en la Galia y sólo celtae es registrado en la tercera parte de Francia. Sugiere que no hay una sola etnicidad. Estrabón nos hablará de la falta de evidencias de que se llamen en Gran Bretaña e Irlanda celtas o galos a sí mismos. También habla de los keltiberi en la península. En consecuencia, el término tiene un carácter más restrictivo que en textos anteriores, en relación al avance del conocimiento.
III. Grupo lingüístico
Gentes que hablan lengua celta y por ello han quedado fijados como grupo lingüístico por investigadores modernos. En un principio, en el siglo XVII, se estudia la variabilidad de lenguas mundiales y al siglo siguiente se ve la relación de la lengua celta y gala en la época clásica. Más tarde se establece su dependencia con el indoeuropeo. Se puede clasificar como dos tipos de lengua, la celta Q y la P, en función del tratamiento de las "labiovervales oclusivas". También se distinguirán por su situación, continentales (Europa continental en la antigüedad) e insulares (islas Británicas en la E. Media).

Galo: es la mejor conocida documentalmente. Se poseen escritos del siglo III a. C. Está en alfabeto griego y posteriormente en latino. Es famoso el Calendario de Coligny.
Lepóntico: en la Galia Cisalpina. Inscripciones funerarias y grafitos en vasos y otros objetos cotidianos. Signario etrusco. Importancia de la Estela de Mesocco en el II a. C.
Celtibérico: conocido por topónimos (-seg, -samo, -briga). Conocido por epigrafía en alfabetos ibérico y latino. En leyendas monetales, grafitos e inscripciones funerarias. Gómez Moreno identifica las vocales y consonantes con cada signo. Se encuentran muchas téseras de hospitalidad con inscripciones en celtibérico. También hay inscripciones rupestres en lo que podrían ser santuarios. Por último, hay documentos con textos largos como el de Contrebia.
Gaélico: hablado en Irlanda y Gales. Se conoce por inscripciones funerarias en piedra con alfabeto ogámico. Se escribe en vertical u horizontal. En el s. V llega la cristianización y el alfabeto latino. Dentro se distinguen el irlandés, el manx y el escocés.
Britónico: en el sur de Gran Bretaña hasta el VI d. C. Se divide en periodo prerromano (325 a. C.-43 d. C.), romano y post romano temprano (43-450) y post romano final (450-550). En los primeros periodos se bebe de fuentes griegas y romanas. Son inscripciones latinas y grafitos con textos breves. Entre ellos están el galés, el córnico y el bretón.
IV. Complejo arqueológico de la II E. Hierro: Cultura de La Tène
Franks en 1863 acuña el término late celtic, atribuyendo el material del hierro tardío a celtas históricos, esbozando el contenido étnico de La Tène. En 1872 Hildebrand subdivide la E. del Hierro en Hallstatt y La Tène, estableciendo celtas=cultura de La Tène. En 1885 Tischler subdivide Hallstatt en 2 y La Téne en 3. Reinecke añade una fase inicial a La Téne. En 1913 Dechelette define el concepto laténico superponiendo conceptos cronológicos, tipológicos y culturales.

Poco a poco se va a reconocer una cuna céltica en Centroeuropa. Se crean dos tradiciones, la francesa o tradicional que se refiere a celtas centroeuropeos y la anglosajona que engloba a los insulares.
V. Estilo artístico de la II E. del Hierro
El arte laténico se identifica con el céltico por la fórmula celtas=La Téne. Destacan los torques y los cascos. Queda reflejado ese estilo también en las monedas. Controvertido es el caso del caldero de Gundestrup, parecido al arte celta pero que parece pertenecer a tracios o dacios. Tampoco todas las regiones de habla celta coinciden su arte con el laténico.
VI. El espíritu celta
Atribución de ciertas virtudes y características a los celtas como es la independencia, el heroísmo, la arrogancia… Los clásicos les darán estas virtudes características a través de sus textos. Estrabón y Diodoro Sículo remarcan este espíritu, resaltando sus particularidades. Otro texto de Arriano sobre una reunión entre Alejandro y galos también lo pone de relieve, así como Polibio en la batalla de Telamón. Aquí nos sirve el fragmento de Polibio sobre dicha batalla para poner de relieve ese espíritu:

«Infundía también terror la vista y movimiento de los que se hallaban desnudos en la vanguardia, ya que sobresalían en robustez y bella disposición. Todos los que ocupaban las primeras cohortes estaban adornados de collares de oro y manillas; a cuya vista los romanos, ya se sobrecogían, ya estimulados con la esperanza de rico botín, concebían doblado espíritu para el combate. Después que los flecheros romanos avanzaron al frente, según costumbre, para disparar espesas y bien dirigidas saetas, a los galos de la segunda línea les sirvieron de mucho alivio sus sayos y calzones; pero a los desnudos de la vanguardia, como sucedía el lance al revés de lo que esperaban, este hecho los colocó en grande aprieto y quebranto. Porque como el escudo galo no puede cubrir a un hombre, cuanto mayores eran los cuerpos, y éstos desnudos, tanto más se aprovechaban los tiros. Finalmente, imposibilitados de vengarse contra los que disparaban, por la distancia y número de flechas que sobre ellos caía, postrados y deshechos con el contratiempo, unos furiosos y desesperados se arrojaron temerariamente al enemigo y buscaron la muerte por su mano, otros se refugiaron a los suyos, hicieron público su temor y desordenaron a los que estaban a la espalda. De esta forma fue derrotada la altivez de los "Gesatos" por los flecheros romanos. Lo mismo fue retirarse los flecheros y salir al frente las cohortes, que venir a las manos los insubrios, boios y tauriscos, y hacer una vigorosa resistencia. Cubiertos como estaban de heridas, mantenía a cada uno el espíritu en su puesto. Sólo había la diferencia que eran inferiores, tanto en general como en particular, en la estructura de las armas.»

Polibio, Historia Universal, I, II, VIII


VII. Arte irlandés del I Milenio d. C
Se llama celta a este arte como también se habla de la Iglesia celta. Los modelos estéticos celtas perviven. El cristianismo llega en el siglo V con Patricio. Gracias al latín se aprende la cultura antigua. En las recopilaciones de textos se aprecia el arte celta en sus miniaturas, como en los libros de Durrow y de Kells. Hoy en día esta cultura pervive. En cuanto a la literatura, se conservarán algunos ciclos como el de Ulster y el de Finn.
VIII. Valores heredados de los celtas
Serían los usos del término actualmente. En el Cinquecentto ya algunos eruditos ingleses y franceses se vanaglorian de descender de ellos, en particular de los druidas. Se empiezan a atribuir los monumentos megalíticos al celtismo, iniciándose una celtomanía. Se va sobreponiendo una visión romántica a la que contribuye un texto de Plinio sobre los druidas. Aquí está el texto que ha ido desdibujando la forma originaria de los druidas en una más romántica:

«Los druidas (porque así se llaman estos magos) no tienen nada más de sagrado que el muérdago y el árbol que lo soporta, siempre suponiendo que el árbol sea un roble(...) pero ellos sólo eligen arboledas compuestas de robles para buscar el árbol, y nunca realizan ninguno de sus ritos excepto en la presencia de una rama de él (...) De hecho creen que todo lo que crece sobre él ha sido enviado desde el cielo y es una prueba de que el árbol fue elegido por el dios mismo. Sin embargo, el muérdago se encuentra rara vez sobre el roble, y , cuando se encuentra, se recoge con la debida ceremonia religiosa, si es posible en el sexto día de la Luna (...) ellos llaman al muérdago por un nombre significativo, en su lengua, el que todo lo cura. Habiendo hecho los preparativos para el sacrificio y un banquete debajo de los árboles, ellos traen allí dos toros blancos, cuyos cuernos atan entonces por primera vez. Vestidos con ropas blancas, los sacerdotes ascienden al árbol y cortan el muérdago con una hoz de oro y lo reciben otros con una capa blanca. Luego matan a las víctimas, rogando a dios que otorgue este don propicio a aquellos a los que él ha admitido. Ellos creen que el muérdago, tomado como bebida, imparte fecundidad a los animales estériles y que es un antídoto para todos los venenos. Tales son los sentimientos religiosos que han mantenido muchas personas respecto a cosas sin importancia»

Plinio, Historia Natural, XVI, 249


A día de hoy se utiliza con fines políticos para reforzar las identidades nacionales. Se ve con Boadicea en Inglaterra, Vercingetórix en Francia, Breogán en Galicia, Viriato en Portugal y Numancia en España.
En resumen, los arqueólogos han creado una historiografía celta y son responsables de los errores de aquella. Además están obligados a corregir las confusiones. Hay problemas en todas las concepciones, en mayor o menor medida, de lo celta. En especial invenciones posteriores como es el espíritu celta, la herencia celta y el arte irlandés. Por tanto, según Ruiz Zapatero lo celta es un celta inventado a partir de la información arqueológica y los datos de fuentes clásicas y medievales, sumando representaciones imaginarias.



Dejando a un lado la historia y los datos etimológicos existen varios enclaves considerados como representativos de la cultura celta su carácter y su herencia, no solo histórica (como los yacimientos arqueológicos y los vestigios de asentamientos como es el caso de "El castro de Baroña" en tierras gallegas) sinó tambien en la naturaleza tradición y leyendas del las gentes que hoy en dia residen en ese entorno...
La mas representativa y característica de estas zonas es GALICIA, región española especialmente atractiva no solo por su patrimonio histórico y riqueza tradicional sinó también por sus características naturales que la hacen destacar mas allá de sus fronteras, y convierten en realidad los dichos populares como el de que en cualquier lugar del mundo a donde vallas siempre encontraras un gallego ( un pueblo reservado y luchador pero amable y acogedor al mismo tiempo, un fiel representante del carácter guerrero de los antiguos celtas y orgullosos de su herencia y tradición).
Dice un "chiste popular":
"cuando los astronautas llegaron a la luna... se encontraron que no eran los primeros! ya había alli unpuesto de coca-cola... y un gallego atendiéndolo..!!"
Tierra de magia y de "meigas" a la que si no vas de vivo...