lunes, 26 de octubre de 2009

GUERREROS ANCESTRALES: Los Jenízaros

Los jenízaros (en turco yeniçeri, que significa nuevas tropas/soldados) constituían unidades de infantería adiestradas, no en vano eran la élite del Ejército otomano, y entre sus muchas misiones destacaba la de ser los encargados de la custodia y salvaguarda del Sultán Otomano, así como de las dependencias de palacio, siendo considerados su guardia pretoriana. Tienen su origen en el S. XIV (1330) y fueron abolidos (y masacrados) por el Sultán Mahmud II en 1826.
El Sultán Orhan I, gobernante del incipiente Imperio Otomano, fundó el Cuerpo militar de los jenízaros alrededor de 1330. Estuvo en un principio formado por combatientes no musulmanes, sobre todo jóvenes cristianos y prisioneros de guerra. Orhan quizá fue influenciado por los sultanes mamelucos para la creación de este modelo de cuerpo militar. Los jenízaros se convirtieron en el primer ejército otomano permanente, sustituyendo a fuerzas que estaban conformadas principalmente por guerreros tribales, en cuya lealtad y moral no siempre se podía confiar. Además, ningún combatiente libre (no esclavizado) consentiría ser un soldado de infantería, considerando el arriesgado destino que le era asigna.
Las primeras unidades jenízaras tenían entre sus filas a cautivos de guerra y esclavos. Después de los años 1380, el Sultán Selim I incrementó sus filas como resultado de un impuesto en forma humana denominada devshirmeh. Los hombres del sultán reclutarían a varios jóvenes no musulmanes, por lo común muchachos cristianos —elegidos en un principio al azar y más tarde mediante una estricta selección– para ser adiestrados. En siglos posteriores parecen haber tenido predilección principalmente por candidatos griegos y albaneses. Por lo general seleccionaban a muchachos de entre siete y catorce años y su número se regía por la necesidad de soldados del momento. Más tarde las autoridades otomanas ampliarían el devshirmeh a Hungría. Podría esperarse que residentes locales no apreciaran la costumbre otomana cuando se procedía al reclutamiento forzoso, aunque numerosas poblaciones veían en ello una fuente de riqueza y un próspero futuro para sus hijos por los beneficios que derivaban de pertenecer a dicho cuerpo militar.
El número de integrantes de las tropas jenízaras varió según la época desde 100 a más de 200.000. La Guardia jenízara estaba organizada en orta (equivalente en turco para Regimiento). Suleiman Kanuni poseía 165 ortas, pero el número con el tiempo aumentó a 196. El sultán era el comandante supremo de los jenízaros, si bien el Cuerpo era organizado y comandado por el ağa (comandante). La Guardia jenízara se dividía en tres categorías:

Cemaat (tropas fronterizas), con 101 ortas
Beyliks o beuluks (la guardia personal del sultán), con 61 ortas
Sekban o seirnen, con 34 ortas
Además existían 34 ortas integradas por los acemi (aprendices). En un principio, los jenízaros podían ascender de rango tan sólo dentro de su propia orta y sólo por criterios de antigüedad y jerarquía. Abandonaban la unidad tan sólo para asumir el mando de otra.
EN CUANTO A SU ADIESTRAMIENTO:
Los jenízaros eran adiestrados bajo una disciplina estricta con duros entrenamientos físicos, enseñanzas en el manejo de armas de la época y tácticas militares, así como una impecable educación (aprendían diversos idiomas, literatura, contabilidad, etc.) y en condiciones prácticamente monásticas en las escuelas Acemi Oğlanı. En dichas escuelas de instrucción se esperaba que permanecieran célibes y fueron al menos alentados a convertirse al Islam, lo que la mayoría así hizo. En la práctica, los jenízaros pertenecieron al sultán. A diferencia de los musulmanes libres, les estuvo expresamente prohibido dejarse crecer la barba, permitiendo tan sólo un bigote. Se les inculcó desde un primer momento que consideraran al Cuerpo de Jenízaros como su casa y familia y al sultán como su padre real, de facto. Sólo aquéllos que demostraron ser lo suficientemente fuertes durante el periodo de instrucción alcanzaron el rango de un jenízaro verdadero, normalmente a la edad de veinticuatro a veinticinco años. El regimiento heredaba las propiedades de los jenízaros fallecidos.

Los jenízaros también aprendieron a seguir los dictados del santo derviche Hacı Bektaş-ı Veli que había bendecido las primeras tropas. De este modo, la orden sufí Bektaşı y sus derviches se convirtieron en una especie de capellanes para la Guardia jenízara. En este aspecto, así como sus similitudes en su vida aislada, los jenízaros se asemejan a las órdenes monásticas cristianas de guerreros monjes, como la de los Caballeros de San Juan o la Orden del Temple.